jueves, 3 de marzo de 2011

Damas y caballeros ¡colóquense las máscaras!

Por fin esa sensación de antes de salir a escena. ¡Qué nervios! Mañana será la boda y nada puede salir mal, pero tendremos que improvisar, ante tantos cambios e inesperadas sorpresas. La verdad es que desde que dimos el último golpe en York con mis amigos a los de North Eastern Railway y sus empresas afiliadas, no me esperaba tener que trabajar con nadie más. El señor Mathew y los demás decidimos separarnos, yo volvería a Londres con mi parte de la estafa y el resto de los actores a otras partes de Inglaterra. El dinero que ganamos se me acabó en seguida, sobre todo en arreglar mi valioso vestuario, pero eso sí, quedó impecable. Como decía, trabajé sólo en Londres, me las ingenié, aún no sé cómo, no me preguntéis querido lector, para suplantarle la identidad a uno de los banqueros de los Doyle. Una gran gran estafa me recorría el bolsillo, pero desde luego, en mis planes no contaba con la señorita Emily Wallace.

¿Qué decir de esta panadera que parece constantemente malhumorada, que va dejando cuchillos panaderos en comisarías, que guarda hadas en pendientes y consigue seis visados de salidas al extranjero de un día para otro?

Pues que en el fondo, es bastante simpática la muchacha, ¿no les parece? Emily Wallace es una humilde panadera de Londres, pero me atrevería a decir que sus panecillos no son nada humildes, ¡están para comérselos! (y nunca mejor dicho) Me atrevería a decir que a Emily Wallace le caigo algo mal, pero en el fondo todos la comprendemos, soy algo difícil de digerir, por no decir de que estuve engañándola un período de tiempo bastante considerable. Pero aún así, sigo viviendo en su panadería con su simpática abuelita y no sabría decir por qué no me ha echado todavía. Lo más sorprendente de esta señorita es que tiene una apariencia legal y humilde, pero no dudó a la hora de querer participar en la función que pretendo orquestar en la boda. ¿Querrá el dinero para jubilar a su abuelita? ¿O es avaricia? ¿Que piensa usted, querido lector? Si a mi me preguntara, le diría que me inclino por lo primero. La quiere mucho, a pesar de que sus libros de cuentas estén en un idioma que no existe.

Bien, ¿quéreis que siga con el reparto de este peculiar grupo? ¿Sí? Pues vamos allá. Agarráos fuerte.

Sigamos con otra señorita, Aeryn Gray. ¿Qué decir de esta muchacha que se me presentó como un hombre? Le encanta el teatro, ¿no es genial? En ese aspecto es una de las mías, pero ella no renunció a su sueño como yo. Ella aún no está frustrada y piensa subirse a un escenario...a pesar de ser una mujer. Qué le vamos a hacer, aún no está bien visto esto de la feminidad sobre las tablas. Está bastante loca y creo que es hiperactiva, pero sobre todo hay que tener cuidado cuando se pone las manos en las caderas...eso es que trama algo o está mintiendo (o sobreactuando) Y como yo, se lleva el teatro a todos los aspectos de la vida (pero ella lo hace todavía por amor al arte), incluso aceptó el papel del novio en la estafa...leéis bien, ¡del novio! ¿Cómo iba a ser posible tal cosa? Todos se darían cuenta...pero para eso está morfo y espero que las grandes cualidades de interpretación de la señorita Gray. Normalmente va acompañada de un tal Arthur, mi criado, y no lo digo por presumir (bueno, un poco sí, nunca tuve uno). Este chico miente horriblemente mal, así que tendré que tenerlo vigilado en la boda.

Aquí tenemos al último de los actores, pero no por ello menos importantes, así que dadle un aplauso. ¡No os oigo! Así me gusta.

Pues este caballero, se llama Ethan Williams, y es el verdadero (o debería) protagonista de la boda. Pero hubo un cambio de papeles a última hora y no interpretará al novio, de eso se encargará la señorita Gray (menudo embrollo, ¿no?) Por lo visto quiere casarse solo una vez y con alguien a la que ame. Pf, ¿a estas alturas romanticismo? Todos sabemos que el matrimonio es un negocio. En cuanto a él, es un tipo muy estirado, quizás demasiado. Pero no le culpo, su educación habrá sido la de un aburrido caballero. Este hombre parece que siempre esta tenso, necesita una mujer para relajarse por el amor de Dios (una mujer que no le estrese tanto). Siempre que habla uno piensa que intenta jugártela o pillarte desprevenido, pero no acaba consiguiéndolo porque parece que no entiende todavía de qué va el juego. A veces, miro a sus espaldas para ver si hay alguien apuntándole con una pistola...este hombre tiene que relajarse. Y dejar de parafrasear e ir al grano. Estos nobles...


En fin, querido lector, ¿Creeis que tenemos los ingredientes para una gran función?

Una boda, ricachones limpiándose la comisura de los labios con billetes, champán, jolgorio, avaricia, negocios...

Tememos el escenario, la situación, las víctimas y ahora a los actores.

Este será otro gran golpe de Edward Austen. Y lo mejor es que no está solo.

¡Coloquense las máscaras damas y caballeros! La farsa debe continuar.

1 comentario:

  1. Si es importante para tí dar un gran golpe y continuar con la farsa... ¡entonces mucha suerte!

    ResponderEliminar