martes, 2 de agosto de 2011

Sonrisas perdidas

A la luz de una llama que amenaza con morir, mis pensamientos se pierden y vagan por un pasado que se lamentaría por lo que ha llegado a ser en el presente. Miraríamos horrorizados en lo que nos hemos convertido, y guiaríamos nuestros pasos hacia un futuro más brillante. Quizás podríamos rectificar sobre lo andado.

De saber lo que nos aguardaba, dudo que ninguno hubiera aceptado el poder obtenido por la fuerza. Aceptamos la lucha por un ideal que se hace más difuso a cada día, cada vez nuestro objetivo inicial está perdido.

Sentimos miedo por nuestra vida, ante un peligro real y palpable. Pero no nos faltaba una pequeña luz, una leve lazada de dicha que abrazaba el corazón. Nos sentíamos libres por abandonar Londres, donde teníamos una vida que no sentíamos nuestra. Hemos vuelto a encerrarnos, en una cárcel de cristal.

Añoro los días en los que el camino a seguir era tan claro como si una arboleda dejara un arco, marcando el camino. Necesitamos una nueva huida, una nueva marcha con destino incierto, lejos de mentiras veladas y verdades a medias. Necesitamos mirar hacia atrás y sentir

6 comentarios:

  1. Vosotros decidisteis ese destino.

    ~Chrystalle~

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Cuando se sabe qué ansía realmente el corazón (o el bolsillo, por supuesto)nunca se pierde el norte. El dar palos de ciegos es precisamente eso...dar palos. Puede que haya alguien inocente que los reciba solo por vuestra ceguera- Eddy

    ResponderEliminar
  4. El señor Edward tiene razón, alguien "inocente" recibe sentencias injustas.

    ~Chrystalle~

    ResponderEliminar
  5. Uf, no me llaméis señor por el amor de Dios, suena tan...aburrido.- Eddy

    ResponderEliminar
  6. De acuerdo, Edward. Espero que vos tampoco me llaméis de forma demasiado formal.

    ~Chrystalle~

    ResponderEliminar