lunes, 28 de febrero de 2011

Sangre en las manos

En mi escritorio las velas se consumen lentamente, casi por el influjo de mi mirada, que quiere expresar todas las que tengo de huir de ese momento. Vergüenza, aflicción, frialdad. Ese frío en el pecho, que no consigo aliviar de ningún modo.
Sus palabras impregnan cada recuerdo, aquel desprecio hacia la vida en su expresión. Su apego a nada en concreto, solo hacia sí misma. Yo no sé que pensar. No sé decir si soy mejor o peor persona. Evito hacer juicios, pero me dictaminé a mí misma como juez y además verdugo.
Las lágrimas empañan este pergamino, apenas puedo ver ya

Ni siquiera sé porque ocultaba el temblor de mis manos mientras la empujaba contra el agua. Un rastro de emoción que no fuera el desdén. Un rastro de humanidad, de arrepentimiento. De añoranza hacia el pasado. Sus crueles palabras que tocaban el punto más frágil, dolían más allá de lo que yo misma esperaba. La vida de Donald. El afecto que sentía o que fingía sentir en un pasado. Algo debía de haber, ¡algo, maldita sea!

Todos esos pensamientos recorrían mi mente mientras sostenía su cabeza bajo el agua. Una y otra vez. Casi la dejo morir ahogada, mientras reflexionaba. Sus sacudidas eran intensas, lo único que podía devolverme a la realidad.

La dejé incosciente en una arboleda, a merced del frío y de las bestias. He vuelto a hacerlo. Un monstruo. Casi la dejo morir, por los dioses. Que tengan piedad de mí, toda la que no tengo con el resto

A pesar de las palabras de consuelo, no consigo encontrar esa parte de mí, aquel calor que inundaba el pecho constantemente. Me siento fría, cada vez más deshumanizada. Tal vez el encierro tenga la cura, tarde o temprano. El poder no está en arrebatar una vida, sino en perdonarla.

En un palacio tan inmenso, el silencio y la soledad se hacen más que palpables.
Fortaleza y piedad

2 comentarios:

  1. No te hace ser inhumana el hecho de querer ver algo de humanidad en alguien. Aunque en este caso, es díficil verla.

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  2. Líneas. Hay que dibujar la línea para encontrarse a uno mismo. Un gesto inhumano por un motivo humano...

    ··Bufona··

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