lunes, 13 de febrero de 2012

Latidos a ritmo de sangre, segundos eternos...


Las manos frías, el temblor de los dedos, piensa Samuel, piensa. Como si fuera tan fácil... En realidad nunca ha sido tu fuerte. Y aquí estás en mitad de ninguna parte rodeado de interrogantes que debes resolver antes de que... ¡No lo pienses! Actúa. El olor de la sangre no abandona mis sentidos, casi ciega mis ojos, imposible ver nada más allá... Las paredes de la casa se me alejan, el salón se me antoja infinito, como si cruzarlo se convirtiera en una quimera que me alejara de ellos... ¿Quién? La pregunta se pierde en el eco de mi propia desesperanza. No hay respuestas, tan sólo el carrillón del salón que marca cada golpe de manecilla como la hoja de un verdugo...

... Piensa Samuel piensa, no hay espacio para suponer...

1 comentario:

  1. Piensa, Samuel, piensa, antes de que el reloj toque las doce, antes de que las campanas suenen, quizá por última vez, para unos pocos...

    ··Bufona··

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