domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Hasta dónde?


No sabía como decirle que no. Estaba sobre mí y yo me dejé llevar como una niña asustada que se había perdido y no sabía hasta donde llegar o... si era mejor quedarse sentada esperando.
Y no quiero decir con esto que no me gustase, ¡en absoluto! Fue la sensación más agradable y, para que mentirme, placentera de toda mi existencia.
Sin embargo estaba inmóvil, quería que parase, pero al mismo tiempo que continuase. "No es el lugar, ni el momento" Pensaba constantemente. Pero me aliviaba pensando: "Pero es con él."

Sentí un gran alivio cuando me susurró con tranquilidad y dulzura: "Aquí no". Y sentí la brisa del mar refrescar aquella atmósfera cálida.
La próxima vez...

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