jueves, 8 de septiembre de 2011

Enredaderas

Ceo le esperaba en la entrada como si fuera un guardián o una gárgola silenciosa con forma felina. Cuando subió el par de escalones y abrió la puerta, él entró delante del joven, que cerró tras de sí.
Por suerte, la oscuridad de Londres era mucho más inquietante que la de su hogar y sus ojos no tardaron en acostumbrarse a ella. Avanzó por el pasillo hasta las escaleras y las subió despacio, haciendo crujir levemente los peldaños. Luego, entró en su habitación, dejó el sombrero de copa sobre el escritorio de madera y encendió una pequeña vela que arrojó algo de luz sobre la cama.

- Es curiosa, ¿no te parece? En todos los sentidos. Algo me dice que no es una dama común. Cualquier persona no hubiera sido capaz de vislumbrar sirenas con tanta claridad, ni se hubiera percatado de los sueños en la niebla. Ha de tener una inocencia desbordante… y eso puede ser excepcional, o terrible
- Miau… - Ceo parecía tener algo que decir
- Lástima no poder entenderte amigo mío – sonrió Athan colocando el gabán sobre el respaldo de la silla e hizo una pausa - ¿Recuerdas el sueño del que te hablé? Aquel que no hacía más que asaltarme cada noche… También había enredaderas, estaban sobre el marco de la puerta, y se retorcían en torno a…

4 comentarios:

  1. En torno a qué????!!!!! En torno a qué????!!!!! XDDDD Así que compartimos sueños... realmente interesante, me pregunto cómo acababa el mío.

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  2. Las frases sin acabar van a acabar con todos nosotros xD

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  3. Jajajajajajaja xDDDD. No entiendo porqué... xD

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  4. síiii... ¡Malditos puntos suspensivos...! XD

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