- Allen, ¿qué le ha pasado al “maestro”? – su madre coge el pequeño muñeco de trapo con cuidado, acariciando con la punta del índice el par de hebras de lana que el niño había colocado a modo de cabello sobre su cabeza
- Es que… he pensado que no va a ser maestro, sino maestra, y se llama Aeryn, Sir Aeryn
- Aeryn eh – ella le sonríe y vuelve a colocarlo en la repisa – Es hora de ir a dormir – su tono de voz es determinante pero igualmente dulce. Coge a Allen en brazos y lo lleva hasta un lecho algo más que modesto.
Él repta por la cama como si fuera algún tipo de gusano extraño y enorme y se cuela debajo de una sábana plagada de agujeros. El niño saca la cabeza fuera y coge el pliegue con las manitas, luego hace asomar el dedo pulgar del pie a través de uno de los boquetes. Ella lo mira y sonríe.
- Buenas noches – le da un beso en la frente y avanza hasta la puerta del austero dormitorio
- Mamá – ella se gira y lo encuentra incorporado, mirando a ninguna parte y rizando un mechón de cabello - ¿Tú crees que se quedarán?
- ¿Quiénes, cariño? – Anya se sienta en la cama, a su lado
- Aeryn... y sus amigos – musita en voz muy baja
- ¿Tú quieres que se queden?
- ¡Por favor, por favor, por favor! – Allen la mira fijamente, como si la mujer le hubiera hecho esa pregunta porque pudiera concederle un deseo
- ¿Por qué no pruebas a pedírselo a Criphon?
- ¿Ahora? ¿No estará dormido? – él la mira, extrañado
- Las estrellas no duermen, mi amor – Anya le retira un par de mechones de cabello – Solo juegan al escondite de vez en cuando, pero siempre escuchan, y observan
- Seguro que Criphon tiene muchos deseos que cumplir…
- Entonces corre, ¡pon el tuyo en la lista de sueños pendientes!
El niño salta de la cama y sale corriendo a descorrer una de las cortinas. Apoya los labios sobre los puños cerrados, como si estuviera gritando un secreto silencioso, y permanece allí hasta que queda dormido.
- Ojalá él te escuche, ojalá, mi niño…
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ResponderEliminar¿Por qué tenéis que ponérnoslo tan difícil?
ResponderEliminarSuerte que para ellos yo no existo.
Ains, malditos críos...-Eddy
Os queda poco tiempo en este estado. Si yo puedo hacer los cuentos realidad, a este reino llegará un héroe... o si no puedo prometer que yo lo haré realidad. ´
ResponderEliminarTan solo esperad. -Ethan