martes, 17 de mayo de 2011

Pétalos de flor

“Tranquila, es solo una margarita.” Parecía algo absurdo, y aunque mis propósitos no eran saber la respuesta de aquello estaba, sin duda, bastante nerviosa.
Solo escuchaba mi voz, lejana, mientras el latido de mi corazón cambiaba rítmicamente dependiendo de lo que pronunciaban mis propios labios.

-Me quiere…-El corazón se aceleraba en una sensación agradable, el vientre se llenó de un alarmante cosquilleo que no dejaba de ser ensoñador.

-No me quiere…-Se aceleraron los latidos, la sensación en esa ocasión era desagradable y me producía algún que otro sofoco. Y de mi estómago un nudo ahogante nació.

-Me quiere…

-No me quiere…

Un último pétalo quedaba, aunque desde el anterior ya sabía la respuesta que me daría.

-Me quiere.

Con suavidad desprendí de la flor aquel pétalo esperanzador. Este se solidificó y manteniendo su forma, se volvió de un material cristalizado, aunque espero que resistente. De mi rostro no hubo escapada sonrisa alguna, intenté mantenerme serena.

¿En mi interior? Alegría, emoción, nervios e incertidumbre. Una mezcla de sentimientos.

Tenía que hablar con él.

En el mundo real ajeno a todo aquello que se me cruzaba por la mente, creo que nunca se hubiera notado todo lo que en mi interior se debatía.

2 comentarios:

  1. Esos pétalos solo han confirmado lo que ya era evidente ^^

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  2. Aunque fuera evidente...uno se emociona cuando algo irracional confirma el amor correspondido.

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