Echo la
vista atrás y contemplo con tristeza todo lo que he conseguido, y todo lo que
pierdo en un solo momento.
Abandoné
Londres en pos de una aventura que se me hacía imposible, con un amor en mi
corazón que parecía del mismo cuento de hadas al que me dirigía.
Se me
llenan los ojos de lágrimas.
La
libertad que he conseguido, lejos de la moral de la etiqueta, lejos de las
palabras de quienes se creen jueces de los sentimientos… se escapa.
He
llorado, me he reído, mucho además. He conocido personas interesantes, he
viajado a un lugar que va más allá de mi imaginación. Me he equivocado, y he
aprendido. He amado, he odiado, he ganado… y he perdido.
No veo
nada, la vista se me nubla y solo puedo pensar en toda la gente de la que no me
he despedido.
Mi
nombre es Caroline Willows, y aunque he vivido poco lo he hecho intensamente.
Mi
nombre es Caroline Willows… y aquí se acaba mi viaje.
Contáis con mi aplauso para abandonar el escenario de la vida- Eddy
ResponderEliminarEmotivo cuanto menos... Una vida solo se va cuando se va.
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