viernes, 3 de agosto de 2012

Aferrado a la esperanza


¿Vivo?.. Las palabras de la vieja adivina resonaron en su cabeza como las campanas de la mayor de las catedrales . Aun... No puede ser, la sangre de ella, sus piernas... pude ver el sangrado... No entiendo nada, el médico aseguró la pérdida, quizás la mujer se equivoque, quizás. Pero ahora más que nunca quiero creer aunque me aterre, y sólo puedo pensar en su rostro si fuera cierto, en sus caras más allá de toda credulidad, dela felicidad recuperada. Del dolor, por el que han tenido que pasar...

No sé si será , pero se que si existe una posibilidad, debe estar mi mano conseguirla y haré cuanto sea por traerlo de vuelta.

... Supongo

1 comentario:

  1. Ya ves, Samuel, que a pesar de tantas sombras y pesadillas, en este lugar es más posible soñar que en cualquier otro.

    ··Bufona··

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