jueves, 15 de marzo de 2012

Jack Frost (1ª parte)

Se movía grácilmente, trepando entre las pequeñas ramitas, saltando de hoja en hoja, brincando siempre en sentido ascendente mientras silbaba entonando una alegre melodía. Una súbita ráfaga de viento gélido le revolvió el pelo y se paró un instante para disfrutar plenamente de aquella sensación, meciéndose suavemente sobre una pequeña flor arbórea. El frío siempre le hacía sentirse más vivo. Las manos le hormiguearon de expectación al pensar en que al fin, después de todo un ciclo, se acercaba de nuevo su momento.

Apretó el ritmo de la marcha, se encaramó al extremo de una larga rama y puso los brazos en cruz haciendo equilibrio mientras la recorría rápidamente con pasitos ligeros hasta llegar a la base del tronco, donde un pequeño hueco natural hacía las veces de cueva improvisada y, en ocasiones, servía como hogar para algunos de los animalillos del bosque.

Jack saltó dentro de la oscuridad que brindaba la madriguera, sin temor ninguno, y posó un dedo índice sobre el pico del oscuro cuervo que allí dormitaba. La escarcha surgió de su mano y comenzó a teñir de una fina capa blanca la nariz de su amigo, que se despertó de un respingo.

-¡Despierta dormilona! Es hora de salir de esta cueva… - hizo una floritura con la mano haciendo aparecer, como por arte de magia, una tiza blanca entre sus dedos –Ahora… ¡¡¡Nos toca pintar!!!

4 comentarios:

  1. También se podría haber titulado "Winter is coming" XD

    ResponderEliminar
  2. (xDDDD, claro, claro, señorita Stark...)

    Como veis, señorita Crowfield, los cuentos tienen a veces más realidad implícita en sus páginas que vida que usualmente llevamos.

    Jack Frost... no parece un mal tipo.

    ResponderEliminar
  3. Pintar luz donde duermen las sombras es todo un logro señorita, a veces los lugares grises y recogidos esconden los secretos más interesantes, como un hombre de ielo que es capz de pintar con el hielo para dar color...

    ... Supongo

    ResponderEliminar