miércoles, 20 de abril de 2011

Tortura

No hacía mucho que me habían dejado sola para investigar el burdel abandonado. Algo me intuía, no me pareció buena idea quedarme ahí sin nadie. Pero tarde o temprano tenía que pasar, era algo que supe poco después de que alguien me cubriera los ojos tras decirme algunas palabras.

Me encontraba en un lugar desconocido, con las muñecas atadas con algo que, sin embargo, no era doloroso. Los ojos estaban vendados lo cual hacía que me sitiera más insegura aún.

-¿Chystalle, no?- No contesté. Era una voz desconocida de un hombre. Me agarró de los hombros.- ¿Sois o no sois Chrystalle?

-Sí, lo soy.

-Bien.- Sentí unas manos cubiertas por guantes de cuero en mi rostro.- Entonces tenéis algo muy importante. Igual ni siquiera sabéis la importancia que tiene.

Me mantuve en silencio. Pensé que igual se refería a eso, pero de igual modo ya no quedaba nada de lo que contenía.

-¿Conocéis una caja que posee muchos candados?

-No sé de qué me habláis.- Sus manos apretaron mis hombros y noté como se movía a mi alrededor. Me cogió del mentón tras ponerse al otro lado y me hizo levantar el rostro hacia, tal vez, sus ojos.

-Chrystalle, juguemos a algo. Yo no miento y vos no mentís. Además debería añadir que los amigos invisibles no son inmortales.

Hubiera preferido que me amenazara con mi muerte o con otra cosa referida a mí misma. No sabía cómo era posible que conociera la existencia de Phoenix y me aterró pensar en el hecho de que pudiera hacerle daño o…

-De acuerdo, comencemos desde el principio.- Prosiguió él.- Tenéis algo que es muy importante y que muchos buscan. Se trata de una caja con…

-No hace falta que repitáis el mismo cuento.

-Acabo de decir que empezábamos desde el principio, ¿no? Sin mentiras. Así que…Hola, Chrystalle.

-Hola, Desconocido.-Dije con un matiz claro de desdén.

-Muy bien. ¿Sabéis dónde está esa caja?

-Tal vez.- Intenté mantenerme firme para evitar histerismos. Esa caja ya no contenía nada dentro, y sabía que eso me traería más problemas.

-Así me gusta.- Durante toda la conversación estuvo acariciándome el rostro o tocándome los hombros, me hacía sentir bastante nerviosa.- Esa caja tiene un contenido especial. Algo que no es fácil de conseguir.

-Entiendo.

-Sangre de ninfa. Pero no de una cualquiera, sino de una de las cuatro primeras. Como comprenderás, en el caso de que el contenido de la caja se haya perdido o destruido, habrá que conseguirlo de nuevo.

No quería hablar. Eso significaba que tendría que buscar a esa ninfa y ¿matarla? No podía, era inaudito.

-¿Dónde está la caja?

-Depende de dónde estemos ahora.-Al fin y al cabo ¿Dónde estaba yo?

-Oh, estamos en Metáfora, en Üshar.

-Entonces cerca.-Me limité a decir.

-¿Y el contenido?- De nuevo me acarició.

-Más cerca aún.

-¿Cuánto de cerca?- En mi sangre, pero suponía que eso ya lo sabría.

-Mucho.

-De acuerdo. En ese caso, tenéis tres días para devolverme esa caja con el contenido y dejarla en una pequeña casa en las cercanías del puerto. Sabréis dónde es el lugar cuando lleguéis. ¿Habéis entendido? Tres días. Uno.- Me dio un leve golpe en la barbilla con el dedo.- Dos.-Repitió de nuevo el acto.-Y tres.-Y finalizó con otro más.

-Sí, lo he entendido.

Me mantuve firme. Aunque realmente estaba aterrada. El desconocido continuó apretando con sus manos mis hombros, y finalmente decidió desatarme.
El silencio inundó la estancia y lentamente decidí quitarme la venda de los ojos. Me sorprendí al ver que estaba en mi habitación del castillo, en Üshar, tal y como dijo.

Tenía que medir mis siguientes pasos, no quería decírselo a nadie, ya había demasiados problemas aquí. Quería intentar evitar a Phoenix e irme yo sola en busca de la ninfa, pero al abrir la puerta él estaba ahí, de frente. Un nuevo viaje nos espera a ambos, y por suerte hemos encontrado medios para llevarlo a cabo.
Phoenix, aunque muera en el intento, te prometo que haré lo posible para evitar que te dañen.

1 comentario:

  1. Siempre y cuando sea posible, aquí tienes una mano amiga, que intentará ayudarte en lo que pueda

    - Elisabeth Lawrence-

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